Esta terapia trata de ayudar a aquellas personas que tienen conflictos en su vida de relación y convivencia, y que carecen de la capacidad para resolver los conflictos que se les presentan. Son aquellas personas que no ven otra salida para sus males que el divorcio o la separación.
No se descarta como solución la separación, pero intenta enseñarle a la pareja a llevar una buena relación, ayudándose mutuamente, negociando. Prepararlos, debidamente, para resolver conflictos.
La pareja necesita, para mantenerse, un canal de comunicación siempre abierto. Es decir: debe haber diálogo entre los dos, vivir en un clima de respeto, tener sus miembros una actitud negociadora, plantear sus desavenencias de manera cordial, expresarle al otro deseos de escucharlo, demostrar afecto y ser siempre amable.
Entablar un diálogo bueno significa abordar el tema que sea con ánimo y disposición propicia para lograr llegar a un acuerdo, cediendo y posibilitando su logro (esto debe partir de ambas personas).
Nada se arregla desde la discordia y el enojo, y todo se puede a partir de una buena disposición para llegar a un buen fin en el encuentro. A diario se observa que seres exitosos en todos los terrenos donde desempeñan diferentes roles, construyen un ambiente familiar desagradable, donde se debaten permanentemente cuestiones que nunca se resuelven, porque nunca se tratan debidamente.
Siempre que se hallan delante de los conflictos, los eluden o los enfrentan con ira y discusión nociva. ¡Cuántas parejas, se hubiesen salvado de la ruptura y consiguientemente, liberado de sus consecuencias nefastas, con terribles sufrimientos, si hubiesen buscado, antes de tirar la toalla y dejar que todo se lo lleve el viento, la ayuda profesional adecuada.
El modelo que aquí se propone, cognitivo conductual, es una terapia que le posibilitará superar, convenientemente, los problemas que enferman y deterioran la relación:
1. Establecimiento de la terapia en base a una buena relación paciente-terapeuta, quien aceptará sin prejuicios, los conflictos de los sujetos que atenderá.
2. Se hará un exhaustivo análisis del origen de los problemas y los factores que hacen que perduren y repitan constantemente.
3. Luego de realizar el diagnóstico, se formularán los objetivos, con determinados plazos de cumplimiento que llevarán a la realización del tratamiento, que será elaborado conjuntamente por el terapeuta y el paciente con miras a resolver los conflictos que los ha sumido en la deficiente relación matrimonial que viven.
4. Todo esto dará lugar a un contrato, que los sujetos de la tríada respetarán durante el desarrollo del tratamiento.